Identifican tres sectores adecuados para el almacenamiento de agua subterránea y superficial

Con el objetivo de identificar los sectores e infraestructura adecuados para el almacenamiento del agua proveniente de las escasas precipitaciones de la Región de Coquimbo, la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP) y el Gobierno Regional realizaron la investigación denominada “Estudio de Cosecha de Aguas Lluvias en Áreas de Secano”, financiada por el Fondo para la Innovación y Competitividad (FIC-R Coquimbo).

Se trata de seleccionar aquellos puntos geográficos que permitan almacenar de manera subterránea y superficial, aguas lluvias que actualmente se pierden ya sea porque escurren sin infiltrar a las napas subterráneas provocando muchas veces aluviones o bien, porque terminan en el mar, sin que este vital recurso sea aprovechado por poblaciones que habitan en zonas de acceso limitado al recurso hídrico.

Mediante un software computacional fue posible seleccionar las microcuencas idóneas en base a variables tales como inclinación del terreno, capacidad de infiltración del suelo, topografía e hidrología. Asimismo, se eligieron cuencas que pertenezcan a comunidades agrícolas del sector del secano donde se desarrolle agricultura familiar de subsistencia. En base a dichos criterios, se identificaron los siguientes puntos: Microcuenca de Peñablanca, ubicada en secano costero de la Provincia del Limarí; Microcuenca La Moralina, sector de Manquehua, secano intermedio, provincia de Limarí;  Microcuenta Los Rulos, comuna de Canela, secano intermedio de la Provincia del Choapa.

La necesidad de retener o cosechar las aguas lluvias en el sector secano de la Región de Coquimbo, es una alternativa viable que posibilita un mayor grado de adaptación al proceso de desertificación que experimenta la zona, por lo que cobra relevancia contar con información de base científica para la proyección de obras para interceptar y acumular aguas lluvias . Así lo destaca Claudio Ibáñez, Intendente de la Región de Coquimbo, quien expresa que “aquellos países que están a la vanguardia en tecnologías vinculadas al uso eficiente del recurso hídrico han realizado esfuerzos para impulsar la investigación, como es el caso de Israel, país que ha sido capaz de adaptarse a la escasez hídrica para asegurar el suministro de agua tanto para consumo humano como para el desarrollo de la agricultura. Asimismo, como región debemos buscar soluciones tecnológicas, como la propuesta del presente estudio, que ha sido trabajado en base a una metodología de diseño que permite dimensionar las obras, calcular estructuralmente su estabilidad y cuantificar mediante análisis hidrológico operacional sus capacidades teóricas de acumulación de agua”.

Por su parte, Agapito Santander, Consejero Regional, valora la iniciativa y expresa que “esperamos implementar las obras durante el año 2016 con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FRNDR) y al mismo tiempo, evaluaremos los resultados del estudio para saber la cantidad de agua que se puede cosechar por metro cuadrado de tal forma de pensar en el futuro, generar un programa regional de cosecha de aguas lluvias que se lleve a cabo en un plazo de 10 a 15 años, donde el Estado pueda participar en esta iniciativa y la replique en todas las regiones del país que experimenten escasez hídrica. Esta es una contribución muy importante, porque estamos dando “el vamos” a este proceso que debiera desarrollarse de manera exitosa ya que una porción importante de las precipitaciones escurren y van a dar al mar”.

En tanto que, Cristian Osorio, Gerente de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP) señaló que la constante disminución de las precipitaciones, “genera una limitación en disponibilidad de agua no solo para las actividades económicas de la región, sino que también para el abastecimiento de agua potable para los habitantes del secano. Es por esta razón, que se busca contar con alternativas para aprovechar al máximo el escaso recurso hídrico a través del presente estudio que propone diseños de infraestructura para la acumulación de aguas lluvias y sus ubicaciones más adecuadas. De acuerdo a los cálculos desarrollados, este tipo de obra permitirá retener escurrimiento de aguas lluvias, generado incluso  por bajas precipitaciones, lo que hace que las obras funcionen prácticamente todos los años y se genere una recarga permanente de los acuíferos, incluso en los períodos de muy baja precipitación. Cabe destacar que se realizaron cálculos estructurales con el fin de asegurar su estabilidad ante crecidas de agua y eventos sísmicos”.