Usuarios de Centro de Reinserción Social de Ovalle se certificaron como soldadores

12 Diciembre 2019

Los beneficiados con esta capacitación cuentan ahora con una especialidad que les permite ampliar sus oportunidades laborales. 

Equipo El Obser... >
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Gracias al Programa de Intermediación Laboral (Pilsa) del Centro de Reinserción Social de Ovalle, un grupo de 15 personas se capacitó en soldadura y carpintería metálica, un oficio que mejorará sus posibilidades de obtener un trabajo en una área especializada de la construcción. 

El objetivo del curso, que tuvo una duración de 120 horas  pedagógicas teórico-prácticas, era entregar conocimientos acabados en construcción en metal, de manera que los participantes obtuvieran un certificado de soldadores profesionales. Al mismo tiempo, 8 de los integrantes de este grupo optaron por obtener una calificación como soldadores. El curso fue impartido por el área de Capacitación y Educación Continua de Santo Tomás.

El relator del curso, Jorge Araya, Técnico en obras civiles y soldador calificado,  comentó que el taller buscaba que “las personas que tienen poco conocimiento de construcción en metal puedan profesionalizar su trabajo, este curso les permite incluir en su currículum que son soldadores profesionales y para ellos es bastante bueno. Ellos superaron las expectativas del curso”. 

Trabajo como factor protector

Con el propósito de lograr una real reinserción social, de las personas que se encuentran cumpliendo con penas sustitutivas a la reclusión, es que Gendarmería de Chile dispone de cursos de capacitación y programas que les permiten obtener un trabajo formal que cumpla con el objetivo de protegerlos de reincidir en la comisión de algún delito. 

Así lo manifestó Catherine Galleguillos, jefa de servicio de Ovalle, del Centro de Reinserción Social de Gendarmería de Chile, quien dijo que “para nosotros es una base el tema de la capacitación, debido a que uno de los principales factores protectores es el trabajo y mientras mayores capacidades, habilidades y fortalezas tengan en este ámbito las personas, tienen muchas posibilidades de ser incluidos en el ámbito laboral”.

En esta misma línea, Yenicer Benítez Araya, encargada de Pilsa, Programa Intermediación Laboral en el CRS de Ovalle, señaló que muchas veces “los usuarios  del programa no están acostumbrados a las normas, a las reglas y de alguna manera al participar de un curso empiezan a trabajar esas habilidades sociales y laborales. Este curso ha resultado todo un éxito porque como grupo se afianzaron muy bien, son personas muy motivadas”.

Por otra parte, la profesional aseguró que el programa realiza un seguimiento de quienes realizan las capacitaciones, con el fin de lograr que obtengan un trabajo en el oficio que han aprendido. “La idea es que ellos puedan finalmente terminar trabajando como soldadores, que no se quede eso guardado,  sino seguirlos potenciando, hacemos taller de apresto, con la oficina OMIL también tenemos cursos de alfabetización y todo eso va sumando para que ellos vayan a perfeccionándose y fortalecer sus habilidades laborales de las que muchos de ellos carecen”.

Segunda oportunidad

Tanto los organizadores del curso, como sus participantes destacaron el hecho de que este les entrega una nueva oportunidad, luego de que han cometido un delito, y les devuelve la confianza en sí mismos. 

Carlos Oyanedel, es uno de los beneficiados con la capacitación, quien además obtuvo el título de soldador calificado. Para él, en el curso “hay muchas personas que quieren esta oportunidad para emprender un nuevo desafío dentro de la sociedad, cuando uno está privado de libertad siempre la sociedad lo mira como cualquier cosa, no saben lo que ha sucedido, los problemas que se han tenido. Juzgar por afuera a una persona que ha estado privada de libertad, sin saber los motivos, es fácil, pero somos personas seres humanos y estamos demostrando que sí queremos tener una oportunidad dentro de la sociedad”.

Por otra parte, Catherine Galleguillos destacó que estaban muy satisfechos con el curso puesto que “se ha logrado lo más importante, que es el trato humano, la dignidad hacia el otro a pesar de estar cumpliendo una condena y que ellos comienzan a partir de esta forma de trato a buscar una segunda oportunidad y a creer en ellos mismos”.

En este aspecto, Yenicer Benítez sostuvo que los participantes en el taller “son personas que han estado postergadas y un curso de capacitación para ellos son nuevas oportunidades, pues  la mayoría son trabajadores agrícolas o de la construcción, y creo que no nos equivocamos con haber elegido el Instituto Santo Tomás, porque finalmente eso les  dio un plus distinto, los motivó a ser parte de una institución académica que reúne todos los estándares de calidad, ellos nunca habían estado en un lugar como éste y hasta el detalle más pequeño va sumando para que para ellos sea algo súper significativo”.

Por último, Carlos Oyanedel dijo que este curso les sirve “para abarcar nuevas oportunidades de trabajo,  que da una muy buena remuneración y con eso se puede dar una mejor calidad de vida a nuestras familias, hemos sido un equipo de compañeros muy unidos, nos hemos apoyado unos a otros, el apoyo del profesor y de todos los que están involucrados es fundamental para poder lograr esto que hoy estamos celebrando”.