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Que los chilenos están estresados, no es una novedad. Aquello conlleva un sinfín de consecuencias, tales como el desorden de los hábitos alimenticios, el desajuste en los horarios del sueño, la reducción del tiempo libre y otros rasgos característicos de la vida moderna. La agobiante calidad de vida de los chilenos provoca que, más temprano que tarde, caigan en los impopulares momentos de ocio.

Y es que el mal estigma que cargan estos “tiempos muertos”, ha provocado que la gente rehúya de ellos y peor aún, que se sienta culpable. Sin embargo, muy por el contrario de lo que se podría pensar, los especialistas coinciden que los momentos de ocio son absolutamente necesarios para tener una vida más feliz. Estos períodos podrían definirse como todas aquellas actividades que las personas realizan de manera voluntaria, por placer y desmarcada totalmente de la obligatoriedad laboral. 

Actividades deportivas, al aire libre o de tipo socioculturales, son las más recurrentes entre quienes buscan distraerse del trabajo, los estudios o las obligaciones cotidianas. De esta manera, los psicólogos respaldan este tipo de acciones en el diario vivir de las personas, brindándoles un rol fundamental en el combate contra la monotonía y el estrés.

Viviana Romero, psicóloga del Departamento de Psicología de la Universidad de La Serena y directora de Psicoeducar, explicó que “los profesionales observamos que, durante estas fechas de fiestas patrias o vacaciones, las personas planifican muchas actividades de ocio, sin embargo, al momento de volver a la realidad, esto genera una reacción compleja, porque todo es muy distinto a lo que realizaron en sus periodos de descanso. Por eso es importante que hagan parte de su rutina los momentos de ocio y esparcimiento, ojalá todas las semanas, no solo en las vacaciones”.

Daniela Serani, licenciada en Artes de la Universidad de Chile y ex autoridad regional, se declara una defensora de los momentos de ocio, argumentando que “es tan importante el ocio, porque tiene que ver con vivir la vida de una forma distinta, con una visión mucho más humana, donde no solo trabajar y producir plata sea el único afán. Los italianos lo definen muy bien, il dolce far niente, que quiere decir “el dulce hacer nada”, disfrutar tomarte un café, de estar acostado con la guatita al sol o de leer un buen libro”.

Un ejemplo de este tipo de actividades, es lo que ofrece el restaurante Pasta e Brazza, ubicado en el centro de La Serena, donde cada jueves se realizan noches de karaoke con happy hour, el cual está enfocado en todas aquellas personas que buscan pasar un momento agradable de esparcimiento, una vez finalizada la jornada laboral. 

Franco Cecchi, administrador de Pasta e Brazza, explicó que “la gente viene a cantar, a distraerse, a descargar todo lo que tiene acumulado del día, nosotros notamos que aquí sacan la voz y las tensiones, es como una catarsis. Llegan de una forma y se van de otra, porque el karaoke hace que boten las malas energías, se van relajados y con alegría”.

El local, ubicado en Gregorio Cordovez 444 (Patio Catedral), se ha posicionado como un interesante panorama, el cual ofrece after office de lunes a sábado, noche de karaoke los jueves a partir de las 20:00 horas y lo mejor de la comida mediterránea. Con esta propuesta, el restaurante ha contribuido con distintas alternativas para mitigar el estrés propio de la vida laboral.