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Hace un año el Amazonas sufrió uno de los atentados más terribles y angustiosos que pudimos vivenciar: un incendio donde la amazonia perdió 2,5 millones de hectáreas en solo un mes.

Si aún no logras dimensionar esta cifra, solo para que hagas un comparativo según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE) representaría a 4,2 millones de Estadios Nacionales.

Recuerdo que aquel día todas las redes sociales se inundaron de la primera gran pregunta ¿cómo iniciaron los incendios? La respuesta, creo que ninguno de nosotros se siente orgulloso de conocerla: El ser Humano.

¿Cómo? ¿un pirómano? ¿algún ajuste de cuenta? ¿Algún grupo político o colectivo social? No… todos fuimos responsables en cierta medida de los incendios que cobraron tantas vidas animales y destrucción vegetal, a través de los procesos de desforestación.

Cuando se talan árboles se alteran los ciclos hídricos naturales, es decir, llueve menos y el suelo es más seco. Pese a que, la tala esta restringida, en muchos países se realiza tala ilegal y es común en las naciones donde se extiende la Amazonía, como Brasil, donde se han registrado más de la mitad de los incendios (52,6%) que afectaron al grande de Sudamérica el año pasado, mismo lugar que dio inicio a la castrástrofe sufrida en la selva tropical más grande del mundo.

Desde que se mantiene a la Amazonia bajo el radar de ONGs y políticas públicas son muy pocos los incendios naturales registrados. Sin embargo, si hay evidencia que muchos de estos caos fueron comenzados por granjeros que preparaban tierra de labranza cercana a la Amazonía para los cultivos y la pastura.

La principal razón de tala y desforestación es la industria ganadera, según estudios de GreenPeace se estima que el 91% de la destrucción que sufren estas tierras es provocado por esta industria.

Y esta es mi principal razón por dejar la carne de mi dieta diaria, porque puede ser que aquella teoría que indica que si reducimos el consumo de carnes también reduzca la producción de esta, por un efecto conocido en economía como oferta-demanda.

Pese a los esfuerzos de los activistas, según indican los datos del INPE de Brasil, en los primeros cuatro meses de este año la deforestación aumento en un 54% respecto al mismo periodo del año anterior.

No sé si logre dejar la carne por completo, porque al viajar constantemente me encuentro muchas veces sin la posibilidad de optar a un menú libre de carnes y otras me veo compartiendo un plato de comida con culturas que me aceptan en sus mesas y rechazarlas no me parece lo correcto.

Desde ahí, que opte por tener una alimentación consciente, es decir, consumir carnes sólo si es estrictamente necesario.

Quizás no cambiemos el mundo con esta nueva dieta alimenticia, pero al menos lo intentamos ¿no? Y es aquí donde te invito a ti, no a ser vegetariano o a optar por una alimentación consciente sino a buscar la forma que más simplifica tu apoyo a la mejora y conservación de nuestro planeta.

Porque todos optamos por lugares que tengan verde o aguas transparentes cuando queremos desconectarnos, vacacionar o alejarnos de la ciudad, entonces cuidemos esos lugares, recojamos nuestros desechos, protejamos a nuestros animales y a nuestra flora.

La tierra ya nos ha entregado bastante y nos ha dado razones de sobra para amarla, te invito a que te unas a este desafío por demostrárselo.

Y quizás, sólo quizás en unos años más cantemos victoria por haber salvado al denominado “pulmón del planeta”, y a que otros lugares o especies.

• Te dejo unas ideas para salvar el Amazonas:

-        Reduce tu consumo de carne.

-        Consume productos de empresas con políticas de Cero Deforestación.

-        Intenta no usar papel de impresión

-        Infórmate de la historia del Amazonas y compártela.

-        Apoya a las organizaciones que ayudan al Amazonas.